El color en una oficina es crucial no solo por estética. Las tonalidades que escoges ayudan a tu marca a establecerse y afectan directamente en cómo se siente el ambiente y tus trabajadores, pudiendo ser una herramienta muy eficaz para crear lugares de trabajo más felices, concentrados, creativos, objetivos, callados o incluso más eficientes. En Dunati te damos una breve revisión de los colores y cómo estos afectan en una oficina.
El rojo es un color que representa pasión, fuerza, peligro, atención y poder. Es el primer color que nuestros ojos captan en un lugar y, debido a que estimula el ritmo cardiaco y la respiración, es una gran opción para hacer que las personas tomen decisiones rápidas. Sin embargo, durante negociaciones, puede crear confrontación.
Lo ideal es que, en vez de diseñar una oficina entera de este color, solo se utilicen en puntos decorativos como el color de las sillas, lámparas, esculturas, o accesorios pequeños. Queda muy bien si se utiliza en una sola pared, dando realce a un sector de la oficina, sin generar estrés debido a una sobre estimulación.
Mezclar el rojo con blanco, grises y negros es una paleta que te asegura un equilibrio de intensivas y elegancia.
El color amarillo es gran generador de energía. Se le asocia con la felicidad y el optimismo, además de ser el segundo color que nuestra retina capta. Su capacidad de estimulación es tan grande como el rojo, así que es aconsejable tener espacios que lo ocupen de forma puntual y acotada para no generar la sensación de inquietud e incomodidad en las personas.
El naranja, por otra parte, es un gran potenciador de la comunicación y el trabajo en equipo. Logra, además, espacios conciliadores, por lo que en salas de reuniones es aconsejable tener pequeños puntos con este color.
Para equilibrar su calidez se aconseja mezclar con grises o celestes que regulen la intensidad del tono. Si el amarillo o naranja se combinan con negro, se pueden lograr espacios modernos perfectos para generar desafíos.
El azul es por excelencia el color más usado para oficinas. No es casualidad que las empresas de bancos, aseguradoras, transnacionales y empresas que necesitan generar una confianza extrema en sus clientes lo elijan como color base en sus marcas. El azul inspira confianza, importancia, seriedad.
En ambientes, el azul otorga concentración, serenidad, calma y da sensación de grandeza y autoridad. Es un color asociado a la estabilidad tanto emocional como financiera, por lo que es una muy buena opción para tener presente en las paredes y en la decoración de nuestras oficinas.
Se entiende además como un color honesto que inspira sabiduría. Sin embargo, mezclado con los tonos correctos, como blanco o gris, puede dar la apariencia de una oficina extremadamente moderna y vanguardista. Es un color muy diplomático y solemne; favorito para lugares donde se van a recibir visitas con altos grados como oficinas de ministerios, presidencias y directorios.
El color que más nos acerca a la naturaleza y a la tranquilidad es el verde. Es muy indicado para lugares operativos donde existe trabajo grupal. Nos ayuda a relajarnos y además a desconectarnos durante un momento del trabajo intenso, siendo muy efectivo para combatir el estrés, dar seguridad y confianza e incluso hacernos sentir mejor físicamente, ya que en lugares donde no tenemos vista a zonas verdes, es una gran opción para atenuar el agobio que se genera.
La creatividad es otra parte de nuestras capacidades que se activa de mejor manera cuando este color está presente en la oficina. Muchos aprovechan alfombras tipo shaggy color verde, para crear un efecto de pasto en sus oficinas y dar espacios de relajación y distención a sus trabajadores.
El celeste es el intermediario entre el azul y el verde. Esto hace que tenga un poco de ambos colores. Genera concentración y tranquilidad, que provienen de la seguridad que nos otorga el azul y al mismo tiempo una sensación de relajo y apoyo que proviene del verde.
Este color es ideal para lugares donde se necesita que un trabajador este relajado y enfocado en su trabajo. Mas no es aconsejable abusar del celeste puesto que la cantidad de relajo que nos trae este color, agregado a la sensación de calma, puede generar sueño. Pequeños toques que lo iluminen como blancos o amarillos son ideales para ocupar este color sin problemas.
El turquesa también esta como intermediario entre estos colores. Sin embargo, se alinea más con el verde. Es un color que ha sido tendencia en los últimos años y ha sorprendido por su capacidad de generar innovación, creatividad y sensación de modernidad. Es un color fresco y fácil de combinar con blancos, amarillos, grises y naranjas.
El café es uno de los colores más clásicos para la oficina. Es un color que puede transformar enteramente un espacio y dar una apariencia sumamente elegante e imponente. Los colores tierra como el beige, arena, tonalidades marrones y las maderas son colores que se asocian con la tradición, la confianza, estabilidad y la seguridad. Es una excelente opción para lugares con altos cargos donde la concentración y un espacio tranquilo son necesarios.
Los tonos oscuros se recomiendan en lugares espaciosos y con buena entrada de luz natural, ya que de lo contrario pueden dar la apariencia visual de que la oficina es más pequeña. Los tonos claros pueden ser usados tanto en espacios grandes como pequeños ya que aportan luminosidad y hacen ganar espacio visual. Al igual que el celeste, son colores que no deben usarse en exceso, puesto que el grado de relajación que provocan podría causar sueño o aburrimiento. No obstante, su uso equilibrado puede crear un ambiente perfecto.
Se puede mezclar con prácticamente cualquier color y lograr un espacio con un toque sofisticado, elegante y al mismo tiempo renovado y fresco, como por ejemplo, al combinarlo con los amarillo, verde, turquesa o blanco. Lo más útil de este color es que puede emplearse para el color de paredes o bien de los accesorios, cortinas, puertas, mobiliario, alfombras, etc.
El color blanco nos atrae hacia la sensación de limpieza, elegancia, y nos entrega un alivio visual como ningún otro color. El blanco nos aporta una gran cantidad de luz y es un muy buen color a considerar tanto para espacios pequeños como grandes.
Su mejor característica es que puede ser combinado con todos los colores que hay tanto en mobiliario como accesorios, o bien seleccionar solo una pared para que contraste con este color.